Antes de venir,
cuando la gente me preguntaba por el idioma, yo contestaba: “Bueno, no hablo
hindi, aunque me gustaría estudiarlo, ya que voy a estar allí. De todas formas,
no hace falta, porque el inglés también es idioma oficial en la India”. Ilusa
de mí.
Sí, es idioma
oficial, pero no, no todo el mundo lo habla. Ya os comenté que el pasajero que
estaba a mi lado en el vuelo vivía en Londres, pero casi no sabía inglés.
Llegar a casa no fue un problema, porque me fueron a buscar. Ese mismo día, sin
embargo, cuando fui a acompañar a mi compañera de piso al trabajo, para ver la
oficina, cogimos un rickshaw (ya os hablaré del transporte otro día).
Y entonces me di cuenta: estoy en una ciudad enorme y no puedo comunicarme con
la gente de a pie, ni siquiera para preguntar dónde estoy o utilizar el
transporte.
Bueno, al final
no es tan, tan malo. Se puede sobrevivir. Para el transporte, le dices el
nombre de dónde quieres ir y te dicen sí o no con la cabeza. A veces hablan…
probablemente se pueda inferir fácilmente si es sí o no (como “Está muy lejos”
o “No me apetece”), pero como sigues preguntando, acaban por negar con la
cabeza. Para pagar, son números, así que con los dedos. En las tiendas, ves la
cifra en la pantallita de la caja, y a veces encuentras a gente que habla algo.
Cuando llaman a la puerta y no sabes qué quieren… pues dices: “No hindi” y
asunto arreglado. En fin, que no me moriré de hambre por no entender.
El otro día ya
viví el primer malentendido a cuenta del idioma. Un conductor de rickshaw, antes de llevarnos, quiso
fijar el precio (lo dicho, lo explicaré con detalle otro día), y nos dijo
“Sixty” (60), pero era mucho, así que le dijimos “Sixteen?” (¿16?). El hombre
contestó que sí (con la cabeza, si no, no lo habría entendido), pero al llegar
a nuestro destino quería que le pagáramos 60 rupias. Al final le pagamos 20
(que es lo que nos cuesta normalmente). Si al menos hubiera sabido los números
en hindi…
Hace unos días,
cuando al fin tuve algo de tiempo, me compré un libro de hindi. Ya sé que hay
mucha información en Internet, pero no puedo estar pegada a la pantalla todo el
día. Además, siempre está bien leer en papel, por variar. Por ahora he empezado
a estudiarme la escritura (llamada devanagari) y ya me sé las vocales y 14
consonantes… con calma…
De todas formas,
hablar hindi, aunque facilitaría las cosas, no sería tampoco perfecto.
Ahmedabad está en Gujarat, donde se habla… ¡gujarati! (o guyarati o guyaratí) Debe de ser parecido al hindi, pero no sé hasta
qué punto. Se puede ver una similitud entre la escritura de ambos idiomas, pero
no es lo mismo. Lo bueno del hindi es que parece que este sí, todo el mundo lo
habla. Lo malo es que cuando voy a las tiendas y no conozco las verduras, el
nombre está en gujarati, así que no puedo ni escribirlo para ver, más tarde,
qué era y como se cocina.
Cuando hable algo
de hindi, ya os diré si me puedo comunicar más o no. फिर मिलेंगे o, lo que es lo mismo, ¡hasta luego!
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