domingo, 24 de marzo de 2013

The trip


So, how was the trip from Spain to Ahmedabad?

Long.

Obviously. I left my house on a Tuesday at 10.30 in the morning and I arrived here on the following Thursday at 7 in the morning. But don’t worry, it shouldn’t take that long! I went to London first, and there are four and a half hours difference between here and Spain.

I took a bus, then I flew to London, where I stayed with some friends (thanks again, Carmen and Paula!) and the Tube, and a train to Heathrow. I left my friends’ house with plenty of time, as I had to carry two suitcases, and I took the underground but, when I was on the train, we just stopped. The driver told us that the train in front of us was on fire! So we had to go slowly to try the rails. It took us an hour to get to a station that was not even mine! I had to look for a bus and, in the terminal, take another train to my terminal. I was almost panicking! Luckily, I arrived and could take the plane.

Already in the plane, I was sitting by this Indian guy who lived in London, and who could barely speak English… I started to fear that it wouldn’t be so easy to communicate with people in India… I will talk about that another day.

We had a vegetarian meal (hmmmmm) and the lights went off, so that we could sleep and get used to the new time zone (it was about 3 in the afternoon). In Mumbai, we changed planes and had to go through security again… not so sure why…

I had just arrived to India (I hadn’t even left the airport) and I already started to see some differences. For example, there were two different queues for security, for men and women, and there were two types of toilets: a squat toilet and the one we are used to, but with some kind of pipe on one side.

Finally, I got to Ahmedabad. I had to wait for the suitcases. I realized that people was a bit rude. Well, compared to England, that is easy! But then I was explained that it is not that, it is just the way they are in their culture: straight to the point.

Then I had to show my passport again, where they reminded me to go to the police station to register within 14 days and… they scanned my luggage again… And that’s it! My boss was waiting for me outside, and he brought me to my new house. I live in a 9th floor, I have my own bathroom and I have one housemate for the moment.

I think that was long enough for today. Thank you for your interest! Next time I will talk a bit about the language. See you soon!

miércoles, 20 de marzo de 2013

El idioma


Antes de venir, cuando la gente me preguntaba por el idioma, yo contestaba: “Bueno, no hablo hindi, aunque me gustaría estudiarlo, ya que voy a estar allí. De todas formas, no hace falta, porque el inglés también es idioma oficial en la India”. Ilusa de mí.

Sí, es idioma oficial, pero no, no todo el mundo lo habla. Ya os comenté que el pasajero que estaba a mi lado en el vuelo vivía en Londres, pero casi no sabía inglés. Llegar a casa no fue un problema, porque me fueron a buscar. Ese mismo día, sin embargo, cuando fui a acompañar a mi compañera de piso al trabajo, para ver la oficina, cogimos un rickshaw (ya os hablaré del transporte otro día). Y entonces me di cuenta: estoy en una ciudad enorme y no puedo comunicarme con la gente de a pie, ni siquiera para preguntar dónde estoy o utilizar el transporte.

Bueno, al final no es tan, tan malo. Se puede sobrevivir. Para el transporte, le dices el nombre de dónde quieres ir y te dicen sí o no con la cabeza. A veces hablan… probablemente se pueda inferir fácilmente si es sí o no (como “Está muy lejos” o “No me apetece”), pero como sigues preguntando, acaban por negar con la cabeza. Para pagar, son números, así que con los dedos. En las tiendas, ves la cifra en la pantallita de la caja, y a veces encuentras a gente que habla algo. Cuando llaman a la puerta y no sabes qué quieren… pues dices: “No hindi” y asunto arreglado. En fin, que no me moriré de hambre por no entender.

El otro día ya viví el primer malentendido a cuenta del idioma. Un conductor de rickshaw, antes de llevarnos, quiso fijar el precio (lo dicho, lo explicaré con detalle otro día), y nos dijo “Sixty” (60), pero era mucho, así que le dijimos “Sixteen?” (¿16?). El hombre contestó que sí (con la cabeza, si no, no lo habría entendido), pero al llegar a nuestro destino quería que le pagáramos 60 rupias. Al final le pagamos 20 (que es lo que nos cuesta normalmente). Si al menos hubiera sabido los números en hindi…

Hace unos días, cuando al fin tuve algo de tiempo, me compré un libro de hindi. Ya sé que hay mucha información en Internet, pero no puedo estar pegada a la pantalla todo el día. Además, siempre está bien leer en papel, por variar. Por ahora he empezado a estudiarme la escritura (llamada devanagari) y ya me sé las vocales y 14 consonantes… con calma…

De todas formas, hablar hindi, aunque facilitaría las cosas, no sería tampoco perfecto. Ahmedabad está en Gujarat, donde se habla… ¡gujarati! (o guyarati o guyaratí) Debe de ser parecido al hindi, pero no sé hasta qué punto. Se puede ver una similitud entre la escritura de ambos idiomas, pero no es lo mismo. Lo bueno del hindi es que parece que este sí, todo el mundo lo habla. Lo malo es que cuando voy a las tiendas y no conozco las verduras, el nombre está en gujarati, así que no puedo ni escribirlo para ver, más tarde, qué era y como se cocina.

Cuando hable algo de hindi, ya os diré si me puedo comunicar más o no. फिर मिलेंगे o, lo que es lo mismo, ¡hasta luego!

domingo, 17 de marzo de 2013

Hello!


Hello!

To start with, I am going to explain why I am writing this blog. I just moved to India some 10 days ago, so I am still adapting. Here, I am going to work as a translator. Every time that I have lived abroad, I have spent some time writing emails to my family and friends to explain how things were going, what I was doing… And there are so many things to talk about in India! This time many people were asking me to tell them about my life here, so I decided that, instead of personal letters, I would write a blog and anyone interested may read about it, but nobody is forced to do so! ;)

And what about why I am doing this section in English? As I also have friends who do not speak Spanish, I will try and write a bit of my experience in India for you/them. It won’t be a literal translation, but I will summarize and cover the main points, so that you know what I am doing and how life is! Moreover, it may be useful for people from other countries who are going to come to Ahmedabad, so that they know what to expect.

This is just an introduction. I will tell you about the trip in the next entry! See you then!

miércoles, 13 de marzo de 2013

El viaje


Como veo que la primera entrada, que no decía nada interesante, ha tenido muy buena acogida, voy a ponerme ya con la segunda. Esta vez sólo voy a contaros cómo fue mi viaje.

Largo.

Eso es evidente, ¿no? Salí de mi casa un martes a las 10.30 de la mañana, y llegué a Ahmedabad el jueves siguiente a las 7 de la mañana. Bueno, en general tampoco se tarda tanto, pero yo cogí un avión en Londres. Además, aquí son cuatro horas y media más que en España. Vayamos por orden.

La verdad es que estaba bastante estresada, porque tenía un montón de conexiones hasta coger el avión. Primero un autobús, luego volar a Londres, donde me quedé a dormir en casa de unas amigas (¡gracias, Carmen y Paula!) y varios metros/trenes hasta Heathrow. Así que el miércoles por la mañana me levanté en Inglaterra con muuuuuucho tiempo, para ir con mi mochila y mis dos maletas hasta el aeropuerto. No fue tan duro como pueda parecer, ya que cada vez que había unas escaleras algún amable inglés se paraba para subirme/bajarme la maleta (en comparación con cuando llegué a Madrid un par de semanas antes, cuando la gente me veía sufriendo con una maleta enorme y UN chico me ayudó UNA vez). Cogí un par de metros y fui a comprar el billete de tren. Había dos para elegir: uno caro, que tardaba 15 minutos, y uno más barato, de 30. Como tenía  tres horas y media hasta que saliera el vuelo, cogí el de 30 minutos. ¡Qué error! Ya a los 10 minutos de trayecto nos paramos en medio de la vía. Amablemente, la conductora nos informó de que el último vagón del tren que iba delante de nosotros estaba ardiendo. Sí, sí, ardiendo. “On fire”. Empezamos bien. Tardamos una hora en llegar a la estación anterior a la mía. Allí (no olvidéis que llevo dos maletas) tuve que coger un bus urbano, que tardó también lo suyo, para ir a una terminal, donde cogería un tren que me llevaría a mí terminal, el cual tardó 15 minutos en llegar. ¡Qué estrés! Menos mal que iba con muchísimo tiempo; espero que los pobres que sufrieron conmigo esta agonía llegaran también a buen puerto.

Pasé la seguridad y me dirigí a la puerta de embarque. En el avión estaba sentada al lado de un hindú que vivía en Inglaterra. Y que no hablaba mucho inglés. Bien. En ese punto te empiezas a preguntar con cuánta gente te podrás comunicar a tu llegada… Ya hablaremos de eso.

La comida (“– ¿Quiere el menú vegetariano? – Sí, gracias.”) ya era india (¡yujuu!) y algo picante (aunque no mucho). A la hora y media más o menos apagaron las luces. Eran sobre las tres de la tarde, pero tienes que empezar a acostumbrarte al nuevo horario. Yo no pude dormir nada. A las ocho horas y media aproximadamente llegamos a Bombay, donde teníamos que salir del avión, pasar de nuevo la seguridad (por si habíamos cogido un cuchillo de plástico o robado una manta, supongo) y coger otro vuelo hasta Ahmedabad.

Acababa de poner el pie en la India y ya empecé a ver diferencias (y eso que sólo es un aeropuerto). Para pasar la seguridad había dos colas: una para hombres y otra para mujeres. En el baño podías elegir entre una placa turca y nuestra típica taza, al lado de la cual hay manguerita.

Al fin, llegué a Ahmedabad. Fui a esperar mis maletas. Toooodo el mundo estaba pegadito a la cinta transportadora. Tanto que no había casi sitio. Que digo yo que si se separan un poco ven igual y entramos más. En fin, me puse en una esquinita y oí detrás de mí “Hello! Hello!” en un tono un poco borde. Era un hombre que quería acercarse más con el carrito. Un choque en comparación con Inglaterra, que hasta en el banco te preguntan qué tal el día. Luego me explicaron que aquí es normal. La gente no se anda con miramientos; no es falta de educación, es su cultura.

Ahmedabad desde mi habitación, de día.
Después tuve que pasar el típico control de pasaporte, más un control de visado, en el que, muy seriamente, me recordaron que tengo que ir a registrarme a comisaría, más… otra vez las maletas por un detector. Sería por si de Londres hasta aquí me había criado algo dentro.

Salí por la puerta y allí estaba mi jefe esperándome para llevarme a mi nueva casa. Y aquí estoy. Es un noveno piso, tengo un baño en la habitación y, por ahora, sólo una compañera (aunque había dos chicas cuando llegué).

Ahmedabad de noche.

Bueno, creo que vale por hoy. ¡Gracias a todos por vuestros mensajes con respecto a la otra entrada! ¡Nos “vemos” en unos días!

martes, 12 de marzo de 2013

¡Hola!


¡Qué difícil es escribir la primera entrada! No sabe uno por dónde empezar… Bueno, espero coger carrerilla y que las próximas no me cuesten tanto… Creo que comenzaré por el principio.

¡Hola! ¡Bienvenidos a “Viviendo a lo indio”!

Esta es la primera entrada, por lo que voy presentar el blog y explicar su razón de ser. Muchos de los que leeréis esto ya lo sabéis: acabo de mudarme a la India, a Ahmedabad en concreto, para “trabajar” de traductora. Digo “trabajar” no porque curre poco, sino todo lo  contrario: soy la típica becaria, que nunca sabe a qué hora va a terminar ni que día libra. Aunque hay una diferencia importante con España y otros países: aquí me pagan. Bueno, dejemos eso para otro momento, ya hablaré de mi trabajo en futuras entradas.

Como iba diciendo, me acabo de mudar a la India (hace hoy 5 días que llegué), lo que quiere decir que todavía me estoy adaptando. Aunque ya lo sabía, cuando llegas te das verdaderamente cuenta de lo diferentes que son las cosas en comparación con Europa. Os estaréis preguntando: “¿Y eso que tiene que ver con que escribas un blog?” Ya llego a eso, ¡ya!

Cada vez que he viajado al extranjero (y no han sido pocas veces), he dedicado algo de tiempo (unas veces más y otras menos) a mandar correos electrónicos comunes a familia y amigos contando cómo me iban las cosas, qué estaba haciendo, etc. Cuando le decía a la gente que me venía a la India, todo el mundo me pedía le que contara qué tal me iba por aquí. Algunos estarían más sinceramente interesados que otros, por supuesto, y no quería pasar mi tiempo escribiéndole a unos y a otros, cuando puede que muchos ni lo lean. Así que aquí entran en juego las maravillas de Internet. Mis cartas colectivas se han convertido en un blog (ya era hora de que llegara la tecnología “avanzada” a mi vida) en el que os pondré al día (es una expresión, más bien os pondré “a la semana” o “al mes”… :P ) sobre cómo van las cosas por aquí y os explicaré todo lo que pueda sobre la cultura de la India y, más en concreto, de Gujarat.

Esto es sólo una introducción. En breve espero publicar una nueva entrada contando cómo fue mi viaje hasta llegar aquí. Os dejo por ahora, que es tarde ya. Gracias por hacerme esta visitilla y ¡hasta pronto!