lunes, 23 de septiembre de 2013

Himalaya, baby

¡Hola de nuevo! Lo primero siento haber estado desaparecida. Estos dos meses he tenido mucho trabajo, y con el cansancio y la vida social, no he tenido ni un minuto libre. Esta semana estoy de vacaciones (¡yujuuuu!), así que aprovecho para viajar y escribir un poco. Ahora mismo estoy en una habitación desde la que solo oigo el agua correr entre las piedras y algún que otro grillo. Estoy en Old Manali, una ciudad en el Himalaya (en verdad, eso fue hace casi dos semanas, esto va en diferido, como el finiquito de Bárcenas).

Esto es lo que tenía delante de la puerta de mi habitación.
Desde Guyarat, hemos tardado 25 horas de trasporte (tren y buses), sin contar el tiempo de espera, pero merece la pena. Ni siquiera pudimos dormir en el bus, porque entre los agujeros de la carretera y las curvas de la montaña el traqueteo es insoportable.

Uno de los jardines de... manzanos.
Manali es bastante conocido en la India. Muchos vienen aquí de luna de miel. También es conocido entre los extranjeros, que vienen pos sus… manzanas. Hay manzanos por todos lados. De hecho, nada más llegar, un hombre nos ofreció llevarnos a ver una habitación a buen precio y, de paso, nos mencionó su “huerto especial” de… manzanos. Por aquí hay muchos hippies, así que todo el mundo come… manzanas. ;-)

Hoy es jueves, y hasta ahora hemos caminado un poco por la montaña, donde hemos visto unas cascadas impresionantes. También hemos visitado el templo de Manu, el equivalente hindú a Noé, que salvó a los animales del diluvio aquí, en Old Manali (curioso que varias religiones tengan las mismas… historias), y otros dos templos budistas en Manali. Entre ambos pueblos hay un par de km nada más, aunque siempre se puede coger un rickshaw, ya sabéis.

 
La calle principal de Old Manali.

Templo de Manu, en Old Manali.



Templo budista en Manali.
Hoy hemos cogido un todoterreno que nos ha llevado a Rohtang Pass, donde hay nieves perpetuas. Cuando hemos llegado al punto donde paran los coches, algunos (la mayoría) cogen caballos para subir. Nosotros hemos caminado, pero se ha puesto a llover (tened en cuenta que estamos a casi 4.000 metros, así que caminamos entre nubes) y no hemos llegado a ver la nieve. Eso sí, las vistas desde el coche han sido impresionantes. Os dejo una selección, pero lo que se ve en las fotos no le hace justicia a lo que teníamos delante.

Cataratas en la montaña.

La zona blanca que veis en el centro de la montaña son
nieves perpetuas. 


Otra foto en el Himalaya.

Por cierto, en el viaje de vuelta, de repente tuvimos que pararnos... porque había estado lloviendo y ¡había desprendimientos! Tuvimos suerte y las máquinas que tienen limpiaron la carretera lo suficiente para que pudiéramos pasar y volver a Old Manali sanos y salvos.
Esto de ver cabras en medio de la carretera cuando tienes a
tu lado un acantilado impresionante no tranquiliza mucho...

Aquí se puede apreciar la nieve
y el agua que baja.


Una cascada de camino a Rohtang Pass.



Desde lo alto de Rohtang Pass.

La pendiente que veíamos desde el coche.
Como podéis ver, desde la carretera da miedo mirar hacia abajo. Íbamos con más gente, y las dos chicas que estaban con nosotros han sufrido mucho. No sé si se mareaban con las curvas (tengo que decir que yo estoy inmunizada, con la de viajes en coche que hacía todos los findes al pueblo de pequeña) o si estaban muertas de miedo, o heladas o un poco de todo. Y lo peor es que, en una parada, el conductor y uno de los chicos se han preparado… una manzana. Lo bueno es que, si tú también le das un par de mordiscos, lo ves todo de otra forma… es como ir a Gibraltar… ;-)

Y hasta aquí la crónica escrita en Manali… Después de eso, más relax… comer manzanas, hablar con todo tipo de gente de difeerentes países y probar platos de la zona. Y después de una semana, vuelta a la vida en Ahmedabad y a la cruda realidad. Terminé un proyecto de 1500 páginas antes de irme y me he encontrado con uno de 1300 al volver. Y en esas estamos… así que he tardado tres semanas en publicar esta entrada. Espero que la próxima no se haga esperar tanto, ya que ¡ya está casi escrita! Saludos desde Ahmedabad.