¡Hola de nuevo!
Lo primero siento haber estado desaparecida. Estos dos meses he tenido mucho
trabajo, y con el cansancio y la vida social, no he tenido ni un minuto libre.
Esta semana estoy de vacaciones (¡yujuuuu!), así que aprovecho para viajar y
escribir un poco. Ahora mismo estoy en una habitación desde la que solo oigo el
agua correr entre las piedras y algún que otro grillo. Estoy en Old Manali, una
ciudad en el Himalaya (en verdad, eso fue hace casi dos semanas, esto va en
diferido, como el finiquito de Bárcenas).
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Esto es lo que tenía delante de la puerta de mi habitación. |
Desde Guyarat,
hemos tardado 25 horas de trasporte (tren y buses), sin contar el tiempo de
espera, pero merece la pena. Ni siquiera pudimos dormir en el bus, porque entre
los agujeros de la carretera y las curvas de la montaña el traqueteo es
insoportable.
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Uno de los jardines de... manzanos. |
Manali es
bastante conocido en la India. Muchos vienen aquí de luna de miel. También es
conocido entre los extranjeros, que vienen pos sus… manzanas. Hay manzanos por
todos lados. De hecho, nada más llegar, un hombre nos ofreció llevarnos a ver
una habitación a buen precio y, de paso, nos mencionó su “huerto especial” de…
manzanos. Por aquí hay muchos hippies, así que todo el mundo come… manzanas.
;-)
Hoy es jueves, y
hasta ahora hemos caminado un poco por la montaña, donde hemos visto unas
cascadas impresionantes. También hemos visitado el templo de Manu, el
equivalente hindú a Noé, que salvó a los animales del diluvio aquí, en Old
Manali (curioso que varias religiones tengan las mismas… historias), y otros
dos templos budistas en Manali. Entre ambos pueblos hay un par de km nada más,
aunque siempre se puede coger un rickshaw, ya sabéis.
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La calle principal de Old Manali. |
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Templo de Manu, en Old Manali. |
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Templo budista en Manali. |
Hoy hemos cogido
un todoterreno que nos ha llevado a Rohtang Pass, donde hay nieves perpetuas.
Cuando hemos llegado al punto donde paran los coches, algunos (la mayoría)
cogen caballos para subir. Nosotros hemos caminado, pero se ha puesto a llover
(tened en cuenta que estamos a casi 4.000 metros, así que caminamos entre
nubes) y no hemos llegado a ver la nieve. Eso sí, las vistas desde el coche han
sido impresionantes. Os dejo una selección, pero lo que se ve en las fotos no
le hace justicia a lo que teníamos delante.
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Desde lo alto de Rohtang Pass. |
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La pendiente que veíamos desde el coche. |
Como podéis ver,
desde la carretera da miedo mirar hacia abajo. Íbamos con más gente, y las dos
chicas que estaban con nosotros han sufrido mucho. No sé si se mareaban con las
curvas (tengo que decir que yo estoy inmunizada, con la de viajes en coche que
hacía todos los findes al pueblo de pequeña) o si estaban muertas de miedo, o
heladas o un poco de todo. Y lo peor es que, en una parada, el conductor y uno
de los chicos se han preparado… una manzana. Lo bueno es que, si tú también le
das un par de mordiscos, lo ves todo de otra forma… es como ir a Gibraltar… ;-)
Y hasta aquí la
crónica escrita en Manali… Después de eso, más relax… comer manzanas, hablar
con todo tipo de gente de difeerentes países y probar platos de la zona. Y
después de una semana, vuelta a la vida en Ahmedabad y a la cruda realidad.
Terminé un proyecto de 1500 páginas antes de irme y me he encontrado con uno de
1300 al volver. Y en esas estamos… así que he tardado tres semanas en publicar
esta entrada. Espero que la próxima no se haga esperar tanto, ya que ¡ya está
casi escrita! Saludos desde Ahmedabad.
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